CONOCIENDO LAS CUEVAS DE LOGROÑO
Las Cuevas de Logroño son uno de los vestigios más importantes y antiguos encontrados en la amazonía ecuatoriana, localizado específicamente en el Cantón Logroño, ubicado en el centro de la provincia de Morona Santiago, limitado al norte por el cantón Sucúa, al sur y oeste por el cantón Santiago de Méndez y al este por el cantón Morona.
Estas cuevas esconden en su obscuro y laberíntico interior muchos mitos y leyendas.
Llegó el día esperado, como es natural preparé mi filmadora, cámara y una libreta de apuntes pues debía estar preparada y contar con los materiales completos para ingresar a las cuevas y captar todo lo que en su interior pudiera hallar.
Con mi jean, zapatos deportivos y blusa me dispuse a viajar a Logroño en compañía de mi hermano.
En Logroño, convencida de estar preparada, el dueño: Don Mario Crespo, oriundo de la provincia del Azuay, propietario hace más de 40 años de las tierras donde se encuentran asentadas las cuevas, con una leve sonrisa en su rostro me dirige su mirada y me dice: “¿usted así piensa ingresar a las cuevas?” yo un tanto sorprendida por la pregunta, ¡pues si claro¡ le respondí, inmediatamente Don Mario me dijo, niña querida verá necesito que se consiga unas botas y linternas porque así no vamos a llegar a ningún lado.
Apresurada, en cuestión de 20 minutos estuvimos camino a las cuevas, las ideas por la mente no me dejaban de cruzar. Lo admito, me sentía nerviosa, sabía que dos extranjeras habían muerto al interior de las cuevas y temía correr con la misma suerte.
Conforme se acercaba nuestro destino, conducidos por un sendero en medio de la selva, acompañada del canto de las aves de los grillos y susurro incesante del río Upano, llegamos al lugar.
Todo el paisaje que nos rodeaba era hermoso, ese verde profundo de sus montañas y el extenso río que pasaba a nuestro costado nos permitía ver el horizonte.
INGRESANDO A LACUEVA
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En medio de ramales y palos de guadua estaba la entrada a la cueva y tenía forma circular.
Sellada por una puerta de metal encadenada, con curiosidad preguntamos el ¿porqué? a lo que Don Mario supo decirnos que es por cuestiones de seguridad pues existe gente imprudente que intenta ingresar a la cueva sin un guía y podrían correr el riesgo de sufrir un accidente o hasta morir.
Al entrar percibimos inmediatamente un ambiente tenebroso y húmedo que provocaba escalofrío, tres metros aproximadamente en su interior ya no existía ni una mínima noción de iluminación.
En ese momento encendimos nuestras linternas y las únicas aves que pudimos observar fueron los murciélagos, todo el lugar estaba plagado de ellos y el olor de su excremento era ineludible.
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